La noticia que deberíamos de haber escuchado

Hoy, al levantarme y escuchar la radio mientras desayunaba, la noticia más comentada debería de haber sido que el FMI prevé que España no crecerá a un 2% hasta 2016, por lo menos. Este dato no solo es malo para la economía en sí. Es interesante comentar que España no es capaz de crear empleo si su crecimiento no se sitúa en torno al 3%, ¿alguien pilla la idea de fondo? Efectivamente, no solo es que la recuperación de la economía va a ser lenta, además no se creará empleo hasta dentro de mucho tiempo.
Sin embargo, esta noticia apenas se ha mencionado porque un tal Garzón se nos ha metido hasta en la sopa. Este fin de semana se han llevado a cabo una serie de concentraciones en numerosas ciudades de España y el extranjero, apoyando al susodicho. Por lo visto el grito de guerra de las manifestaciones parecía extraído de los años treinta, si si, los años treinta ¿alguien recuerda que paso en aquella década? República, tensiones sociales, desmanes por todas partes y una guerra civil. ¿Hace falta decir algo más?
Los manifestantes acusaban al poder judicial de fascista y franquista, y decían que Garzón es la víctima propiciatoria de un poder judicial dominado por franquistas torturadores. Pedro Almodóvar, que mejor estaría haciendo películas, y el resto de folclore español se arrebuja en torno al progresismo rancio de chupa de cuero y pancarta en mano para defender a un juez que es de todo menos eso, llamando, de nuevo, a la división entre los españoles.
Adolfo Suárez, al pilotar la Transición, tenía una idea muy clara: “Que el período democrático no fuera un paréntesis en la historia de España” así lo dijo cuando dimitió como presidente del Gobierno el 29 de enero de 1981. Para ello se propuso crear un sistema para todos, un régimen en el que todos estuvieran representados. Por supuesto, la Transición tuvo sus claroscuros, como todo en esta vida. Pero a lo que no se puede jugar es a manifestarse como si estuviéramos en los años 30. No se puede jugar a dividir la sociedad en bandos como antaño. No se puede jugar a represaliados de un sistema que no es tal.
Señores, no se juega con la estabilidad de un país. No se puede tentar a la suerte, ni despertar al mito de las dos españas. ¿Pero de qué vamos?
Y lo peor, un gobierno de inconscientes que deja vía libre a estas manifestaciones, en vez de cortar por lo sano y defender a las instituciones. Chaves dice que llamar a los jueces “fascistas, franquistas y torturadores” está dentro del ejercicio del derecho a la libertad de expresión. Desde el poder ejecutivo se permiten ataques de esta índole al poder judicial. ¿Alguien me puede decir qué está pasando? Lo de este gobierno es lamentable. Tenemos un gobierno dirigido por una izquierda radical, resentida, revisionista y crispante.
Y sino es esto se trata del aborto, de la eutanasia o de cualquier otra cosa. De todo menos lo importante. Iba camino del trabajo esta mañana en el Metro, y me preguntaba: “de todos los que vamos en el vagón ¿a cuántos les preocupa revisar el franquismo? ¿Cuántos creen que estamos en un estado fascista o que el poder judicial es tal o cual? ¿A cuántos nos interesa Franco y su régimen más que para no volver a repetirlo?” Me gustaría recordarles que no podemos volver a la época en la que las ideas valían más que las personas.
Esta vez la cosa va en serio, estamos hablando de un ataque sistemático contra el poder judicial, uno de los tres pilares de la democracia. Y el ataque se dirige de un modo totalmente visceral y sin pensar para nada en el futuro de la institución.
No podemos permitir que nuestra sociedad y nuestro sistema democrático sean atacados de esta forma. Ojo con despertar la bestia de las dos españas, la cual solo ha dejado un rastro desolador de fracaso y enfrentamiento. Volvamos los ojos al espíritu de la Transición y actuemos como una sola España.