Moratinos en Cuba ¿para qué?

Leo con gran sorpresa, bueno en realidad no tanta, que nuestro ministro de Asuntos Exteriores visita Cuba durante estos días. Y leo, con mayor sorpresa todavía, que no tiene previsto reunirse con los miembros de la disidencia cubana.

Yo me pregunto, ¿qué tendrá Cuba, los Castro y su masivo empobrecimiento de una isla con tantos recursos? ¿Qué tendrá? También me pregunto sobre el porqué de tanta insistencia por parte de España para ser el mejor aliado de Cuba junto con Venezuela.

No entiendo como un régimen como el cubano puede tener tanto reconocimiento por parte de algunos. Una isla empobrecida hasta límites insospechados. Una isla en la que no existe la libertad de expresión. Una isla en la que por regla general la palabra libertad está asociada a la voluntad del líder, pero que para nada trasciende a la gente. ¿Cómo un régimen puede reducir hasta esos extremos la dignidad de las personas? ¿Cómo se puede alegar, constantemente, a la voluntad del pueblo para dejar a las personas en el mayor ostracismo posible?

Solo se me ocurre una respuesta para aquellos que creen que Cuba es el paraíso (hay gente que así lo cree, de verdad). Una de dos, o bien no ha estado allí (yo tampoco) para comprobar lo que efectivamente los medios de comunicación no se cansan de mostrar. O bien, es que sí lo sabe y es un hipócrita redomado, porque mientras él vive en España con un régimen de libertades asegurado, allí hay gente que se juega su vida por la libertad y la justicia. La tercera vía sería la opción Felipe González, es decir, ir a Cuba para fotografiarse con Fidel Castro y dos mulatas en una conocidísimo hotel de Cuba de cinco estrellas, claro pero es que así ¿quién no estaría a favor del régimen cubano?

Bromas de mal gusto a parte. No se puede dejar de condenar un régimen en el que no existe la libertad, que en realidad es la única causa por la que merece la pena luchar. No podemos callar ante un sistema que ahoga la iniciativa propia, que carga duramente contra el individuo y lo ahoga contra la masa, llevándolo a la despersonalización más absoluta. La persona, es el objetivo fundamental de un sistema y su razón última de ser. Y meta final es la libertad.

Pero parece ser que a Moratinos eso le da igual. Y que no nos vengan a decir luego que es cuestión de diplomacia, eso que se lo expliquen a las miles de personas (lo que es concocido como el exilio cubano) que han arriesgado su vida para que el pueblo cubano alcance de una vez la libertad. Que se lo expliquen a ellos.

Pues eso que todo para el pueblo pero sin el pueblo.